miércoles, 22 de septiembre de 2010

Algunos ejemplos de intrusiones o explotación de vulnerabilidades habituales en Internet:

Es importante hacer hincapié en que las empresas incorporen servicios de seguridad informática, ya que pueden sufrir intrusiones como las siguientes:
  • Servidor de correo: si su servidor de correo está (incorrectamente) configurado para permitir el reenvío de correos de terceros sin autorización, será cuestión de minutos que algún spammer lo utilice para que desde su servidor se envíen correos no deseados a medio mundo. Quizá no lo considere un ataque, pero cuando se vea incluido en listas negras de servidores de correo y los servidores de sus clientes y proveedores le devuelvan los correos, verá que la cosa no tiene demasiada gracia. Sin mencionar la posibilidad de que su servidor de correo sea saturado o le provoquen un DoS.
  • Uso del ancho de banda: aunque puede no considerarlo un ataque en el sentido más estricto del término (usted no es el atacado), pueden utilizar sus servidores para provocar una denegación de servicio a un tercero, lo que evidentemente influirá en su conectividad y por ejemplo, en la disponibilidad de los servicios que ofrece a través de esa línea de Internet.
  • Uso de sus visitas lícitas y reputación para redirigir a sus clientes a páginas maliciosas con virus y troyanos: existen virus y gusanos cuyo ataque se basa en ese propósito. Asimismo, un problema de Cross Site Scripting de poca relevancia técnica para sus sistemas, puede tener como objetivo incrustar una página web remota con virus y troyanos en su frontal web, con lo que todos los visitantes no suficientemente protegidos serán infectados con el malware. Imagine las consecuencias en su reputación.
  • Uso de un servidor para albergar una pagina de phising: de modo que un servidor de su organización albergue una copia de la página del banco XYZ.
  • Uso de la CPU de los ordenadores y servidores locales para romper contraseñas por fuerza bruta.
  • Uso de los servidores para colocar Bots de IRC: con el objetivo de poder llevar a cabo comunicaciones de manera anónima y secreta. Es habitual encontrarse este tipo de artefactos y en mi vida profesional el mayor numero de intrusiones ha sido con este cometido.
  • Uso de los servidores para albergar contenidos ilegales: con los posibles problemas que pueden implicar: desde programas pirata, películas o música, hasta cosas mucho peores...
  • Uso de su servidor como anonimizador de otros ataques: con lo que los atacantes evitan que se localice su IP origen. Esto le puede meter en un lío legal de cuidado. Además de ello es habitual que una vez atacado el site remoto que era el objetivo final, para evitar dejar rastros formateen completamente el servidor intermedio. 
  • Robo de publicidad: si su organización dispone de banners publicitarios, un ataque reciente se dedica a cambiar la cuenta de publicidad “oficial” por la del atacante para conseguir llevarse los ingresos.
  • Conseguir enlaces o referencias a otro site (esto es otra especie de spam: webspam) para posicionarse bien en los buscadores (SEO). Este tipo de enlaces hay incluso quien los vende.
  • Uso combinado de un sniffer para obtener cuentas de usuarios de su organización: cuentas ftp, cuentas de shell y cuentas de correo electrónico capturadas y utilizadas por numerosos robots y malware, sin ser en absoluto ataques dirigidos contra su organización, pero de los que es víctima.

martes, 21 de septiembre de 2010

20 puntos de control críticos para proteger la empresa

  1. Inventario de dispositivos autorizados y no autorizados: conocer e inventariar los dispositivos que forman parte o deben pertenecer a nuestra red y bloquear el acceso al resto.
  2. Inventario de software autorizado y no autorizado: al igual que con los dispositivos, realizar la misma tarea con el software corporativo. Esto facilitará futuras tareas ya sean de mantenimiento, actualización, etc. Asimismo, utilizar herramientas que hagan un seguimiento del software instalado, consolas de gestión y centralización…
  3. Configuraciones seguras de hardware y software para portátiles, equipos y servidores: bastionado de los equipos que utilizan los usuarios, antes de su inclusión en la red así como durante su actividad. Aunque parezca simple la acción de enchufar un cable de red a un portátil, os recuerdo que hace unos años existía un bicho que en 10 segundos nos dejaba los equipos inutilizados nada más configurar la conexión a Internet, reiniciándonos el sistema una y otra vez.
  4. Configuraciones seguras para dispositivos de red (Firewalls, Routers y Switches): en la mayoría de los casos son dispositivos que no sufren grandes cambios en sus configuraciones, por lo que no está de más revisarlos, ya que en muchas ocasiones todo el peso de la seguridad se delega en ellos.
  5. Defensa perimetral: establecer una buena seguridad “perimetral” mediante proxys, redes DMZ, sistemas de prevención de intrusiones (IPS – Intrusion Prevention System), firewalls… Para ataques que provengan del exterior, esta es la primera puerta que se encontrarán nuestros amigos los “malos”, por lo que conviene tenerla con unas cuantas cerraduras.
  6. Mantenimiento, monitorización y análisis de registros de auditoría: aunque en muchos casos se opte por desactivar los registros de eventos en los dispositivos por cuestiones de rendimiento y evitar tener trabajo de revisión de logs todas las mañanas a primera hora, conviene revisar las configuraciones para registrar los eventos adecuados, ya que en un futuro lo agradeceremos cuando se nos pidan explicaciones frente a cualquier tipo de incidentes.
  7. Seguridad en aplicaciones software: todos los desarrollos, ya sean propios de nuestra compañía como desarrollos de terceros, deberían ser revisados antes de ponerlos a funcionar dentro de nuestra infraestructura. Ain con herramientas automáticas (que facilitarían a su vez revisiones periódicas) o de forma manual, nunca está de más conocer a fondo los posibles peligros o riesgos. No importa de dónde venga el software que tenemos que implantar, al fin y al cabo… los programan humanos.
  8. Uso controlado de privilegios de administración: con unos buenos mecanismos de control de acceso para dispositivos, ya sean de red, equipos de usuario o servidores, un usuario con privilegios máximos se autentificará en los sistemas en ocasiones contadas con los dedos de una mano. Por ello, se recomienda vigilar, monitorizar y rastrear accesos mediante usuarios que cuenten con privilegios máximos. Pongamos un ejemplo rápido: Si en una compañía, el único método de acceso a equipos de usuarios es mediante una cuenta del dominio, la cuenta de Administrador local se encuentra restringida, ¿no resultaría extraño que todas las mañanas, a las 9, se detectara un proceso de logon en un equipo por el usuario Administrador?
  9. Acceso controlado a recursos basado en su grado de confidencialidad: siempre es necesario realizar un ejercicio de análisis de la información a la que se pueda acceder, y por ello, es conveniente realizar segregaciones de datos en base a su nivel de confidencialidad. En ejemplos de recursos compartidos, por ejemplo, los privilegios deberían definirse según directorios y quién pueda acceder a ellos.
  10. Análisis continuo de vulnerabilidades y sus correspondientes mitigaciones: se deben realizar análisis periódicos de vulnerabilidades de nuestros activos, no únicamente cuando estos se vayan a conectar en nuestra red. En la actualidad, gran parte de las herramientas utilizadas para la auditoría de vulnerabilidades en sistemas suelen contar con gestión de procesos periódicos, capaces de generar informes detallados con la “foto” entre análisis y análisis. Quizás una revisión diaria sea absurda, pero en ciertas ocasiones, y según el tipo de dispositivos en objeto de revisión, un año resulte demasiado. Busquemos el término medio que no moleste y sea adecuado.
  11. Control y monitorización de cuentas: al hilo de la recomendación 8, también sería conveniente contar con registros un poco más detallados sobre los accesos. No sólo cuando y quién accede, si no posibles intentos fallidos continuos, si la autentificación fallida se debe al usuario o a la contraseña suministrada, etc.
  12. Defensa frente a malware: punto clave, de nada sirve protegernos de lo que nos pueda venir de fuera, si luego permitimos que nuestra red interna sea un parque de atracciones para los bichos que puedan venir en pendrives y demás. La protección y monitorización de estas amenazas también debe constituirse estableciéndose en diferentes puntos de nuestra red, apoyándonos no sólo en las soluciones típicas de antivirus, si no en sistemas de detección y prevención de intrusiones.
  13. Control y limitación de puertos de red, protocolos y servicios: cuántas veces habremos oído las típicas frases de “hombre, si desde fuera no pueden acceder, ¿para que voy a restringir puertos?”. Mal. Es muy habitual realizar revisiones internas de infraestructuras y encontrarse sistemas en los que dudas de si realmente son honeypots (mínimo 1000 puertos abiertos, desde el finger, echo, daytime….) o sistemas que ofrezcan un servicio legítimo. No está de más restringir siempre, a nivel del propio sistema, puertos y servicios que no sean necesarios para la función que desempeña.
  14. Control de dispositivos wireless: podemos contar con dispositivos y access points que ofrezcan los mecanismos de cifrado más potentes para nuestras redes inalámbricas, portales cautivos, con restricciones a nivel físico, etc. y luego de repente descubrir que a X departamento le ha dado por enchufar un router wifi típico para su conexión propia de ADSL. Y sí, también es posible mediante ellos acceder a la red interna. Es conveniente en ocasiones sacar a pasear cualquier Stumbler para comprobar, al igual que necesitábamos inventariar todos los dispositivos de red, si tenemos en cuenta todos y cada uno de los dispositivos que ofrezcan conectividad inalámbrica y que formen parte, en muchos casos sin conocimiento alguno, de nuestra infraestructura.
  15. Prevención de fugas de información: la fuga de información está suponiendo, cada vez más, una grave amenaza para multitud de empresas. Ya lejos de volcados de bases de datos por aplicaciones vulnerables online, o incluso de robo de portátiles que tanto estuvieron de moda, en la mayoría de los casos el problema viene desde dentro. Cuando se dan situaciones en los que los empleados tienen su emule instalado y compartiendo carpetas que no deben, cuando tienen acceso, por no prevenir lo comentado en el punto 9, a demasiada información, cuando por correo electrónico pasan ciertos documentos a otras compañías….para ello ya existen soluciones software denominadas DLP (Data Loss Prevention) que son capaces de definir, monitorizar y proteger aquella información sensible.
  16. Ingeniería de red segura: el buen diseño y arquitectura de una red es fundamental, definiendo una correcta y adecuada segmentación basada tanto en la organización como en la seguridad.
  17. Tests de intrusión y pruebas por parte de equipos “Red Team”: además de los típicos análisis de vulnerabilidades, es conveniente definir y simular una serie de patrones de posibles ataques sobre nuestra infraestructura contra los que nos podríamos enfrentar, y conocer si estamos preparados antes ellos, para su monitorización, respuesta y actuación. Estas pruebas suelen contratarse a personal externo de la organización, pudiendo así tener una perspectiva diferente y alejada de “nuestra realidad”.
  18. Capacidad de respuesta frente a incidentes: lejos de pruebas, en este punto se propone la elaboración de procedimientos para la respuesta frente a incidentes que puedan ocasionarse. Al igual que con los simulacros de incendios, también es conveniente revisar y poner en práctica estos procedimientos para definir si realmente son correctos y suficientes, provocando acciones como las comentadas en el anterior punto.
  19. Capacidad de recuperación de datos: qué decir de las copias de seguridad y su vital importancia... Debe contarse con un sistema robusto de copias de seguridad, sobre todo para aquellos datos de mayor importancia de la empresa, así como de un protocolo perfectamente definido sobre recuperación de datos en caso de desastre o pérdida de datos.
  20. Estudio de técnicas de seguridad y formación necesaria a los usuarios: Formación, formación y formación. Pero no sólo a nuestro personal más técnico, todos y cada uno (también sabiendo diferenciar perfiles y el tipo de formación a ofrecer) de nuestros empleados deberían contar con una formación básica en materia de seguridad. Quizá a algunos departamentos sólo debamos recordarles los consejos básicos sobre navegación segura por internet, elección de contraseñas robustas, identificación de posibles phishings en e-mails…y a otros cómo validar correctamente los parámetros de sus aplicaciones en desarrollo, como cifrar las conexiones, etc.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Empresas españolas de más de 50 empleados pierden 3.000 millones de euros al año por no proteger sus sistemas

Las organizaciones españolas de más de 50 empleados pierden una media de 316.304 euros en ingresos anuales debido a interrupciones del servicio TI y al tiempo que tardan en recuperarlo.


Un estudio que revela que las organizaciones españolas de más de 50 empleados pierden una media de 316.304 euros en ingresos anuales debido a interrupciones del servicio TI y al tiempo que tardan en recuperarlo. Esta cifra asciende a cerca de 3.000 millones de euros para el conjunto de organizaciones españolas de más de 50 empleados de los sectores financiero, comercio, público e industria. Gran parte de este importante coste para el negocio y la economía puede evitarse con una mejor estrategia de protección de datos que se centre en la rapidez de recuperación de datos.

El informe ‘Avoidable Cost of Downtime 2010’, realizado por la firma de investigación independiente Coleman Parkes, pone de manifiesto que las pérdidas financieras asociadas a las interrupciones de servicio TI se disparan cuanto más tiempo tardan en resolverse.

Para este estudio se han analizado 1.808 organizaciones (incluyendo 200 españolas) con más de 50 empleados y de 11 países europeos. Los resultados indican que cada organización española registra anualmente una media de 10 horas de interrupción del servicio TI, lo que equivale a más de 90.000 horas en el conjunto de España. Durante el tiempo en el que los sistemas TI críticos para el negocio se ven interrumpidos, las organizaciones españolas estiman que su capacidad para generar ingresos queda reducida a poco más de un tercio (36%).

El funcionamiento correcto de las TI es crítico para las organizaciones y cualquier degradación del servicio no sólo impacta en la productividad de los empleados, sino que puede afectar también a los clientes. “El impacto financiero de las interrupciones de servicio TI se está convirtiendo en un problema importante a medida que las compañías dependen más de los servicios online para generar ingresos y ofrecer un canal básico de comunicación”. “Afortunadamente, gran parte de este coste es evitable. Las organizaciones pueden eliminarlo si reevalúan su estrategia de recuperación de datos ante desastres, lo cual podría tener un impacto directo en su posición financiera”.

El informe también revela que después de una interrupción del servicio, cuando los sistemas TI ya están en funcionamiento, se produce un retraso adicional durante el cual se van recuperando los datos, ocho horas al año de media en las compañías españolas analizadas. En el conjunto de España, esto significa casi 75.000 horas más en que la actividad de negocio no está totalmente operativa. Durante este periodo en que los datos se van recuperando, la generación de ingresos de las compañías sigue estando gravemente afectada, ya que desciende hasta el 45 por ciento de media.

“Muchas organizaciones sufren las interrupciones de sus sistemas TI por más tiempo del necesario porque sus políticas de protección de datos no son lo suficientemente robustas”. “A menudo las organizaciones centran sus esfuerzos en hacer las copias de seguridad, pero no tienen en cuenta el tiempo de recuperación de datos en caso de fallo. Considerar esta velocidad de recuperación es un buen punto de inicio para las organizaciones que planifiquen o reevalúen sus requisitos de recuperación ante desastres. Con una solución adecuada de copia de seguridad y recuperación de datos se puede restablecer este equilibrio y, en última instancia, ahorrar dinero y aumentar la competitividad”.

Otras conclusiones del informe a destacar son:

- El 50 por ciento de las organizaciones encuestadas afirma que los sistemas TI y las aplicaciones afectadas por las interrupciones del servicio TI eran críticas para su negocio.

- Los departamentos que más probabilidades tienen de verse afectados son los de Operaciones (62%), Ventas (52%) y Finanzas (52%).